La nueva creación de Raquel Hernández, Con estrógenos ¡por favor! promete hacernos morir de la risa y a la vez reflexionar sobre la perimenopausia, una etapa en donde el nivel de estrógeno en el cuerpo de la mujer sube y baja irregularmente. Se trata de un monólogo que habla sobre la llegada de la premenopausia o climaterio.
Dónde y cuándo?
- Lugar: Teatro de Bolsillo San Pedro, de la Municipalidad de Montes de Oca, 100
m este y 80 sur. - Fechas: Viernes 21, 7pm, sábado 22, 7pm, y domingo 23, 6pm de Julio
- Precios: General ¢8 000 (ocho mil colones). Personas adultas mayores y estudiantes universitarios con carnet ¢ 5 000 (cinco mil colones.
- Entradas solo se compran en el teatro
Sobre el mónólogo
De lo que nadie te dice sobre esa etapa pero que las mujeres viven a partir de los 40.
¿A partir de los 40? Sí, solo que nadie habla de eso.
- Cuando estés en las mismas (Así advertía la madre a su hija de 27 años)
- Mamá ¿Qué querés decir?
- A “eso” que te va a dar cuando tengas mi edad.
Empecé por preguntarme: ¿Por qué nadie me habló de “eso” con claridad?, ¿Por qué nadie me dijo que a partir de los 40 años iniciaría un proceso de cambio, y que era importante buscar soluciones?
Lo que sí escuché fueron chistes, burlas y palabras que se utilizan para insultar a las mujeres que dejamos de lucir como adolescentes y que ahora nos toca enfrentar la “señorofobia”.
“Con estrógenos ¡por favor!” Tal vez sea un grito desesperado por ayuda. El climaterio o la remenopausia tiene 34 síntomas que pueden causar mucha frustración y hasta enfermedades crónicas.
Si bien hay mujeres muy afortunadas, que no padecen estas dolencias, hay un porcentaje importante que sí sufrimos esos 34 síntomas. También es una pena que el tratamiento se convierta en un tema conómico,
pues las mujeres que no tienen recursos financieros no pueden acceder al sueño de la “eterna juventud”, ni siquiera, mínimamente, a una buena salud que les permita envejecer con dignidad y bienestar.
Inyecciones de células madre, bombas vitamínicas, inyecciones que mantienen húmeda la vagina, el chip de libido y hasta estrógenos de mejor calidad que los que produce una mujer de 30 años. Todo tiene un costo que no todas las mujeres podemos pagar, entonces me atrevo a afirmar que el derecho a la salud es un tema económico y no de derechos humanos.
Todo lo expuesto en el monólogo: “Con estrógenos ¡por favor!”, proviene de vivencias de muchas mujeres que se atrevieron a contar su experiencia con el climaterio. No se trata de casos aislados. Somos muchas las que tenemos la misma historia, y es por ellas y por las nuevas generaciones, que hago este
monólogo.
Y por supuesto, nos vamos a reír mucho porque para llorar está el climaterio y el ataque de la gravedad.
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